En el Centro Universitario CIESE-Fundación Comillas no entendemos el aprendizaje del español sin una inmersión dentro de la cultura de nuestro país, por eso el pasado 17 de septiembre redactamos un artículo para todos vosotros con algunas de las expresiones populares más importantes en español.

En esta ocasión el artículo que hoy nos ocupa lo hemos dedicado al origen etimológico de algunas, ya que en ciertos casos están directamente relacionadas con nuestra historia, cultura y costumbres:

  • Quien fue a Sevilla perdió su silla:

Parece ser que en tiempos de la reina Isabel la Católica, el obispo de Sevilla don Alfonso de Fonseca tuvo que viajar a Galicia para resolver temas de la Corona española. Dejó en el cargo a un sobrino pero cuando el obispo Fonseca regresó de su viaje éste se negó a devolvérselo.

  • Tener sangre azul:

Se decía que la nobleza era de sangre azul ya que al no realizar tareas en el campo los nobles no tenían la piel tan morena por lo que a través de su nívea piel se les transparentaban las venas de este color.

  • Tener vista de lince:

Pese a lo que pueda parecer por la innata capacidad visual de este felino esta expresión realmente procede de un personaje de la mitología griega, Linceo, a quien se le atribuía la capacidad de poder ver a través de los objetos.

  • Estar en la edad del pavo:

Cuando los humanos acostumbrábamos a convivir más de cerca con los animales se encontraron algunas similitudes entre los pavos y los adolescentes como su rubor, su sensibilidad y sus gallos en la voz.

  • Ser la oveja negra de la familia:

El origen del término “oveja negra” nace de la diferencia que hacían los pastores entre sus propios rebaños. Las ovejas blancas eran las más valoradas por el color de la lana ya que se podía teñir a diferencia de la lana negra.

  • Dar gato por liebre:

Esta expresión surge de una costumbre ampliamente extendida en la Edad Media de ofrecer platos con liebre como elemento principal, cuando en realidad se hacían con gato, debido a la similitud tan espectacular que presentan ambos animales una vez desollados. Con el tiempo abarcó un significado más allá del mero engaño culinario.

  • Buscar tres pies al gato:

Según parece a principios del siglo XVI y principios del XVII se utilizaba la expresión “buscarle cinco pies al gato” con idéntico significado. Es Cervantes quien se cree que por primera vez utiliza la expresión “no ande buscando tres pies al gato” en su obra El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha. Se cree que modificó la frase  para dar énfasis a una de las tantas locuras del personaje.

  • Armarse la marimorena:

Se cree que data del siglo XVI tras una gran trifulca en una taberna de Madrid por parte de una tabernera cuyo nombre era María Morena.

  • Hacerse el sueco:

Aunque el origen en algunos casos se cree que procede de los marineros suecos que al llegar a nuestros puertos hacían oídos sordos a lo que les dijesen, otra teoría mantiene que en realizar proviene de la palabra latina soccus, un calzado de madera utilizado por mujeres y comediantes que hoy en día conocemos como zueco y de la que deriva también zoquete.

  • Irse por los cerros de Úbeda:

Data del año 1233 en la batalla entre cristianos y almohades en esta misma localidad jienense. Se dice que un alto mando del rey desapareció justo antes del combate y apareció al terminar la contienda. Su respuesta fue evidente, se había perdido por estos cerros.

  • Dar calabazas a alguien:

La primera acepción de la que se tiene constancia figura en el Diccionario de la Academia de 1780 de esta forma: “rechazarle cuando requiere de amores”. En la Edad Media se utilizaban en los monasterios las pepitas a modos de cuentas en los rosarios para alejar los pensamientos pecaminosos.

Desde el Centro Universitario CIESE-Fundación Comillas esperamos que este artículo sobre el origen etimológico de nuestras expresiones populares os haya resultado interesante y os animamos a investigar el origen del resto de expresiones de nuestra lengua.